Quién podría imaginarse en aquel 23 de marzo que un novísimo equipo de motociclismo aún por debutar se convertiría en una inmensa fuente de satisfacciones.
Este 2018 ha sido importante para todos, el año cero de un sueño que huele a gasolina, goma quemada y champán. Esa etapa primeriza colmada de dificultades y, al mismo tiempo, de hechos extraordinarios e inolvidables.
¿Damos una vuelta rápida en el alucinante circuito de nuestra primera temporada?
Jerez, la mejor madre
Llevábamos algún tiempo gestando este proyecto que, hasta su presentación oficial, era casi alto secreto. Lo hicimos de este modo porque no queríamos crear falsas expectativas como tantos otros grandes proyectos similares y también para sorprender a todo el mundo cuando llegara el momento. Y vive Dios si lo hicimos.
“Esta es una presentación de las que ya no se hacen”, decía un periodista en el Ovni del célebre Circuito de Jerez el día en que nos dimos a conocer. Gracias a nuestro equipo, que ya era grande antes de comenzar a rodar, preparamos un acto realmente memorable donde presentamos nuestro proyecto, nuestra filosofía, nuestros jóvenes pilotos y todo lo que orgullosamente pudimos enseñar.
Tan digno escenario jugó a nuestro favor, así como nuestra visible ilusión y la acertada estrategia (hoy podemos asegurarlo) que hemos llevado a cabo en cada paso, desde el primero hasta los que daremos en el futuro. Gustó nuestro diseño, nuestra apuesta por el motociclismo andaluz y nuestra humildad para empezar con los pies bien asentados en la tierra. Así nos lo hicieron saber quienes se acercaron a Jerez aquella jornada y nuestros seguidores día tras día.
Las vicisitudes de la primera carrera
La primera vez siempre es inolvidable a pesar de los obstáculos y de todos esos detalles que siempre podían haber salido mejor. En nuestro caso, el debut en el Circuito de Albacete apenas 2 semanas después de nuestra presentación fue para nosotros el preludio de lo que vendría después, ya que pudimos atisbar nuestro gran potencial técnico y humano.
Segunda posición de Borja Quero en la primera tanda de cronos. En la segunda, pole. ¡Qué emoción, qué ganas de abrazar a todo el mundo! Si de verdad quieren a alguien en este mundo, deséenle una ‘pole position’ en su primera carrera.
Más allá de las sensaciones vividas, este debut nos regaló innumerables enseñanzas sobre el equipo, los pilotos, las motos y la metodología de trabajo que nos fueron útiles durante toda la temporada.
El primer podio y todos los que vinieron después
Después del gran reto de superar al mítico circuito internacional de Montmeló, Emperador Racing obtuvo su primer podio en la tercera cita del Campeonato de España de Velocidad, en Navarra. Una tercera posición que nos parecía el mejor premio y que supuso la recompensa miles de horas de trabajo y esfuerzo constante.
Aquel champán supo a gloria, pero no fue el único que descorchamos. De hecho, desde el circuito navarro de Los Arcos hasta el Ricardo Tormo de Valencia, Emperador Racing no se bajó del cajón y logró 6 podios consecutivos. Una tarea solo al alcance de los mejores gladiadores.
Francia y las primeras victorias
El país galo siempre tendrá un lugar privilegiado en nuestro corazón. No solo por nuestro piloto y embajador Loïc Arbel, ni por lo bien que nos trató la organización francesa, ni por aquellas poles en nuestro debut internacional de Nogaro.
Fue en el mítico circuito de Magny-Cours donde vivimos un auténtico punto de inflexión hacia lo más alto con aquellas espectaculares victorias en las dos carreras que disputamos. Este gran resultado nos permitió soñar más aún y nos hizo conscientes de que íbamos por el buen camino.
Además, Francia no fue el único país que visitamos…
Campeonato mundial en Portimão
A falta de una última cita en el CEV, tuvimos el placer de disputar como ‘wild card’ nada menos que el Campeonato Mundial de Supersport en el World SBK. Así que nos fuimos de Cheste al sur de Portugal a vivir una de las experiencias más asombrosas de la temporada.
En el Autódromo Internacional do Algarve se daban cita equipos de motociclismo de un altísimo nivel que acaparaban las mirabas de la prensa deportiva internacional. En aquel ambiente de altísima competición, tratábamos de abrirnos hueco y demostrar que Emperador no había acudido allí de visita turística. Y conseguimos atención y la admiración de muchos por la garra que mostramos en las cronos y en la prueba oficial. Sin embargo, la alegría se atragantó cuando una maniobra arriesgada de uno de los pilotos perseguidores nos dejó sin recompensa final pese a rodar en el grupo de los diez mejores durante toda la carrera. Pero los gladiadores son fuertes y se levantan, se recuperan y lo dan todo en la siguiente carrera.
Un gran final en Jerez
Las grandes historias terminan donde empiezan y así finalizó la primera temporada de Emperador, que tuvo el honor de poner el broche de oro a la temporada en el mismo circuito que le vio nacer. Para celebrar que estábamos en casa, decidimos organizar el Emperador Stunt Show, donde los mejores profesionales ofrecieron un fantástico espectáculo con peligrosas acrobacias en moto.
Aun así, esta exhibición no fue lo único memorable: en Jerez conseguimos nuestra primera victoria en el Campeonato de España. Un primer puesto que pudimos celebrar con una gran cantidad de amigos y aficionados que se acercaron a la ciudad gaditana para darnos su cariño y apoyo. Un calor humano que hemos sentido en cada circuito que hemos visitado y a través de innumerables mensajes en las redes sociales. De hecho, como decía nuestro director técnico, Jordi Muñoz, la respuesta del público nos ha sorprendido a todos y nos ha hecho sentir tremendamente afortunados por tamaño reconocimiento. ¿Acaso existe una mejor recompensa?
