Emperador Racing está compuesto por un equipo humano excelente que da sentido a este gran proyecto de motociclismo. Los pilotos son la cara más visible, pero para que ellos puedan hacer un buen papel se necesita un grupo de técnicos que mantengan la moto siempre lista para despegar y que sepan sacar el máximo partido al prodigioso sistema electrónico y mecánico de estas máquinas.
Jesús Benítez forma parte de ese grupo. Como uno de los primeros mecánicos, es en parte responsable de los buenos resultados que está teniendo Emperador en su primera temporada de competición, un hecho que, como veremos, no le ha facilitado su labor precisamente. Jesús es un profesional de la técnica que trasmite la seguridad necesaria para que los pilotos confíen en que todo va a salir bien.
-Aunque las jornadas de competición del CEV se celebran siempre en sábado y domingo, ¿cuándo empieza una carrera para el equipo de mecánicos? ¿En qué consisten vuestras primeras tareas?
-A diferencia de lo que pueda parecer, cuando más trabajamos es cuando no hay competición. Justo cuando acaba una carrera empezamos a preparar la siguiente, aunque aún queden dos semanas por delante. Las tareas más comunes en ese tiempo son la revisión del motor o de las suspensiones, realizar todo tipo de modificaciones y, sobre todo, analizar las últimas experiencias en pista para saber si podemos solucionar problemas que hayan tenido lugar.
-¿Cuál es el trabajo de los mecánicos durante las jornadas de entrenamientos libres y cronometrados?
-Por lo general, tener la moto a punto, cambiar neumáticos, realizar modificaciones constantemente… En definitiva, estar atento a lo que dice el director técnico para tener la máquina siempre preparada en todos los detalles y que pueda salir a la pista en cualquier momento.
-¿Cómo se vive el momento de la carrera desde el box? ¿Qué hacéis mientras Borja y Loïc están sobre el asfalto?
-En esos momentos, los mecánicos solemos estar muy nerviosos porque estamos pendientes de que todo vaya bien, de que no falle nada, de que ninguno se caiga, de que vayan en una buena posición… Cuando los pilotos están en los primeros puestos es cuando más nerviosos estamos, porque sabes que están ahí luchando y que hay más pilotos delante, por lo que cualquier error puede suponer una caída. Mientras Loïc y Borja están sobre el asfalto, también estamos atentos por si despliegan las banderas amarillas en pista y comprobamos que los nombres de los pilotos aparecen y continúan apareciendo en la pantalla de seguimiento.
-Teniendo en cuenta la experiencia como mecánicos, el conjunto del equipo (incluyendo a Jordi Muñoz, el director técnico) y los modernos sistemas de comprobación, ¿se puede tener todo bajo control en el mundo de las motos?
-No, no se puede tener todo bajo control. Hay que tener en cuenta que siempre está la parte humana, tanto de los mecánicos como de los pilotos. Por mucho que la moto esté a punto, puede haber cualquier fallo por parte, por ejemplo, de otro piloto que haga contacto o a causa de los nervios. Dentro de nuestras posibilidades intentamos tener la mayor cantidad de detalles controlados, pero son muchos factores los que están en juego.
-¿Qué dificultades os habéis encontrado en Emperador Racing por el hecho de ser un equipo de nueva creación? ¿Y qué ha jugado a vuestro favor?
-A favor, más bien poco. Al revés, ha jugado en nuestra contra porque hemos tenido que crear un equipo desde el principio. Entre otras cosas, una serie de personas que llegan de nuevas se acostumbren a trabajar en grupo, hay diferentes hábitos que tienes que ir cambiando y puliendo, debes aprender a manejar la moto (también nueva), organizar el box… Partir de cero en una escudería supone que tienes el doble o triple de trabajo que los demás equipos que también pasaron por lo mismo en su momento y ahora solo están pendientes de pequeñas variaciones como la vestimenta o los patrocinadores.
Hay que destacar que, a pesar de todos estos esfuerzos extra, hemos podido subir al podio varias veces y hemos conseguido poles y buenos resultados en general. Esto significa que estamos realizando una gran labor en Emperador Racing.
-¿Cómo suele ser la relación de los mecánicos con los pilotos de motociclismo en general y cómo es en Emperador Racing en particular?
-Normalmente la relación entre ambos suele ser buena porque es necesario que se entiendan perfectamente. El piloto tiene que confiar en el mecánico y sentir la seguridad de que la moto no va a fallar. En este equipo en concreto, ya nos conocemos desde hace tiempo y nos llevamos todos muy bien, por lo que el ambiente de trabajo es una delicia.
-¿Te ves como mecánico de competición hasta la jubilación o este ritmo de vida es solo apto para jóvenes?
-Yo me veo trabajando en esto hasta la jubilación, hasta que el cuerpo resista. Hay gente que no lo aguanta, que no se siente cómoda o que se harta un buen día. Yo me veo muy a gusto y para eso es importante tener una buena relación con el equipo. Si la familia está unida y todo marcha bien, aguantas con lo que te echen.
